Doris Self, la jugadora de élite más mayor del mundo, ha muerto recientemente en un accidente de tráfico a la edad de 81 años. Doris saltó a la fama a los 58 cuando batió el récord mundial de puntación en el Q*Bert y se convirtió en la persona con más edad en batir un récord mundial de videojuegos. Aunque dos años más tarde su marca fue batida, y veinte años después un señor de 72 años le arrebató el honor de ser el plusmarquista con más edad, Doris Self continuó siendo una leyenda, y persiguió recuperar el récord hasta el día de su muerte.