Aunque los cólicos son siempre motivo de alarma entre propietarios y criadores, la mayoría de los casos responden bien a tratamientos no-quirurgicos: calmantes para el dolor, tratamientos con aceites minerales, un exámen rectal, con los cuales el caballo generalmente mejora. En los casos en los que el caballo, a pesar del tratamiento sintomático contra el dolor, no se evidencia alivio y se mantiene tumbado, rueda por le suelo, intenta patear el vientre, mira a los lados, etc.se hace necesaria una intervención quirurgica.
Comentarios
ñej, pero que coño se había comido ese caballo...