Somos capaces de convertir el tiempo en nuestras penas, somos capaces de concedernos al menos unos instantes de meditación e incomplacencia ante nuestras venas de desespero; pero no somos capaces de querer. Somos capaces transformar nuestro entorno al antojo, somos capaces de descifrar misterios desconocidos, de los que nadie esta dispuesto a entregar. Somos capaces de entender lo que por nuestras vidas surge; pero no somos capaces de demostrárselas al mundo. Somos capaces de entender lo que queremos entender; pero involuntariamente somos inca