Mientras el gobierno socialista trata a duras penas de sacar de las cunetas y de las fosas comunes a los asesinados del bando republicano y de reivindicar la inocencia de cuantos fueron condenados a muerte en juicios militares sumarísimos sin ninguna garantía, la Iglesia bajo la divisa de la santa desvergüenza eleva a sus mártires de la guerra civil a los altares por si aún no tenían bastantes rótulos de calles, monumentos y cruces en las fachadas de los templos. La división de las dos Españas va a ser consagrada por toda la eternidad.
Comentarios
#1: El voto negativo no puede ser más falso e injustificado. La noticia es de todo menos amarillista, independientemente de si a algunos os resulta agradable. La Ratzinger beatifica (indiscriminada e imprudentemente en relación a lo que era habitual) a católicos sólo, olvidando el papel opresor, delator e instigador de la mayoría del clero en aquel entonces, y desprecia no sólo a honrados católicos republicanos asesinados sin motivo alguno, sino incluso a sacerdotes por el mero hecho de estar, como sucedió con los vascos, del lado de la legalidad y contra los golpistas.
Todo ello por no hablar de que en todo esto no se recuerda que en la zona leal la gente podía ir a misa sin problemas, y las autoridades republicanas mantuvieron un diálogo constante con las eclesiásticas, como el obispo Vidal i Barraquer, para acabar con los posibles desmanes puntuales.
Es muy triste verlo todo desde perspectivas políticas. La notiia no puede ser más amarilista.
La Iglesia beatifica a sacerdotes y a laicos que no combatieron en ninguno de los dos bandos de la guerra civil y que fueron asesinados sólo por el hecho de ser cristianos y manifestarlo (vestir sotana, ir a Misa, etc...).