En un peculiar salón de Los Ángeles convertido en ‘templo’ se percibe la típica atmósfera dominical de cualquier iglesia: cientos de personas, incluidas familias con niños, disfrutaban de un sermón inspirador, lecturas y canciones. Solo faltaba Dios.
Comentarios
Lo único que dice esta gente es que siemore es necesaria algún tipo de religión.
¿No se dan cuenta de lo ridículamente hipócrita que es todo esto?