Un tipo llamado Dave Hurban se ha implantado unos imanes en la muñeca para llevar su iPod de una forma cómoda y apacible. Cuando no quiera escuchar música, se pegará a la nevera y actuará como post-it hablado, teniendo que recitar la lista de la compra y a quién le toca limpiar los baños. Los imanes están colocados a la medida del iPod actual, lo que significa que cuando Apple decida cambiar el modelo (cada fin de semana), Dave deberá repetir la operación y actualizar, algo que no parece preocuparle.