Los iMOD son chips que funcionan como las pompas de jabón. Crean colores donde no los hay. Con estos chips pueden hacerse pantallas con muy bajo consumo y que se ven perfectamente a pleno Sol. Si las imágenes cambian muy poco no consumen casi nada y cuyo brillo no depende de la batería, pues tan solo depende de la luz externa. Parecen pantallas ideales para dispositivos como los teléfonos móviles o las videograbadoras en los que la duración de la batería es muy importante.