En primer lugar, aclarar al lector que con el entrecomillado utilizado en el título de la idea, tan sólo quisiera indicar mi intención irónica en el empleo de la palabra en cuestión, una ironía “que se aplica al término cuando una expresión o situación parece incongruente o tiene una intención que va más allá del significado más simple o evidente de las palabras o acciones” (Wikipedia). ¡Benditas comillas que me salvan de la incitación a la comisión de un delito castigado de ocho a 12 años de cárcel por el vigente código penal!
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