Hace 13 años | Por Feindesland a politikon.es
Publicado hace 13 años por Feindesland a politikon.es

Generalmente se asume que la inmigración es un fenómeno perjudicial para el empleo. Siempre, claro está, desde el punto de vista de los trabajadores locales. Quizá únicamente si una economía crece, se diría, puede asumirse que la inmigración no afecte a los trabajadores locales, pero eso es sólo aparente: a fin de cuentas, el aumento de la mano de obra presiona los salarios a la baja, lo cual sí que repercute sobre los trabajadores locales.