Su aparente preocupación por los síntomas –la pobreza- con deliberado olvido de sus causas –la injusticia y explotación social- es una muestra de una moral oportunista, afín a las estructuras de poder responsables de la pobreza. Hoy el deterioro del bienestar de la población se está generando mediante unas intervenciones públicas que sistemáticamente apoyan a unos sectores y clases sociales a costa de otros. La evidencia de ello es abrumadora.
Esto siempre ha sido así. Y es uno de los principios de la caridad. Casi se diría que siguen eso que decía su fanática correligionaria, la de Calcuta, de "a dios le gustan los pobres".
Comentarios
#0 edita la entradilla
#1 Ayyy, el copiaypega... Jajaja
Esto siempre ha sido así. Y es uno de los principios de la caridad. Casi se diría que siguen eso que decía su fanática correligionaria, la de Calcuta, de "a dios le gustan los pobres".