Hace 16 años | Por Hueso a elpais.com
Publicado hace 16 años por Hueso a elpais.com

"Traigo las manos del Che en la maleta. ¿Las quiere ver?". Sándor Varga, funcionario del departamento de América Latina en el Ministerio húngaro de Exteriores, intentó disimular su desconcierto. Aquel frío 30 de diciembre de 1969 había recibido la orden de recoger en el aeropuerto de Budapest a un miembro del Partido Comunista Boliviano (PCB), "un tal Juan Coronel, que venía en misión especial, camino a Moscú".