El Gobierno central sustituirá próximamente las concertinas que bordeaban el perímetro que separa Melilla de Marruecos con una malla denominada «antiintrusión» que servirá para rechazar la entrada de inmigrantes irregulares. O al menos eso es lo que pretende la Delegación del Gobierno, eliminando del paso unas concertinas que, en los asaltos a la valla en el año 2005, se convirtieron en auténticas cuchillas que causaron lesiones importantes entre los inmigrantes.