Seguimos afanándonos en optimizar nuestras fuerzas comerciales, obsesionados por mejorar sus ratios de conversión, eficiencia y capacidad de trabajo. Para ello nos apalancamos en la tecnología, dotando a las fuerzas comerciales de dispositivos móviles, acceso online a pedidos y stock, sistemas CRM… pero ¿no supone eso hacer lo mismo pero de forma más eficiente?