La mejora registrada en los mercados en el último tramo de 2012, una recuperación motivada por el final del temor a una ruptura del euro, reavivó el apetito de los inversores por el riesgo, lo que benefició a España y a su deuda, que volvió a atraer capital extranjero. Sin embargo, la recuperación acumulada desde septiembre no ha sido suficiente para enjugar la masiva repatriación de dinero sufrida en la primera mitad del ejercicio. Por este motivo, el balance anual no solo es negativo con una salida de 56.800 millones de euros en todo 2012.
Comentarios
Pues este gobierno decía que era el de la confianza.