El control del Consejo Regulador abarca todo el proceso productivo, desde las ganaderías (raza, cría, recría, cebo o montanera) hasta la curación. Tras el sacrificio en un matadero inscrito en el Consejo Regulador, los perniles se marcan con un sello indeleble compuesto por dos letras identificativas de la partida.
Comentarios
#1 vaya... con el spam ya no podré hacer el chiste de que el patrón del pueblo debe ser San Guijuelo...
#2