José Manuel Baltar sigue al pie de la letra el baltarismo. El hijo-sucesor del cacique ourensano mantiene, en su condición de presidente de la Diputación, la misma práctica de su progenitor consistente en adjudicar a dedo fondos públicos: las denominadas subvenciones nominativas repartidas sin más criterio que el subjetivo con las que su antecesor contentó durante décadas a numerosos colectivos sociales y ayuntamientos de su propio partido.
Comentarios
que pasa que hay recortes que no tiene para sobres?
Y diez veces más en sueldos. Al mes.