Dormir con hipopótamos en el Okavango, ir en kayak por Groenlandia, o de España a Martinica, en velero, o hacer rafting en el cañón del Colorado, incluso nadar entre tiburones... La crisis existencial de cada década está ahí, invisible pero acechante, dispuesta a hacerle pasar a uno el mal trago de unos revolcones emocionales. ¿Combatirla con los medios tradicionales? ¡Ni hablar! Una buena dosis de adrenalina, o simplemente de autoestima, superando retos, puede ser muy efectivo. Y, sin duda, muy divertido.
Comentarios
No. Se llama capricho caro, que la inmensa mayoría de entre los 8.000 millones de personas neng que poblamos este planeta nunca nos podremos permitir. Está guay ser cool, pero mola más ser austero en el gasto y solidario con los que no tienen ni pa vacunarse contra la malaria, por ejemplo.