Es que ya no respetan nada. El rugby era antes en el Reino Unido un deporte de salvajes pero practicado con los modales de los caballeros. Te podían arrancar una oreja, sí. Siempre por efecto de los daños colaterales provocados por la fuerza, no por la mala fe. Ahora son unos tahúres desvergonzados. Durante un partido, un jugador mordió una cápsula de sangre de pega para que el árbitro autorizara el cambio. En la banda, el fisioterapeuta completó la farsa con un corte en el labio.
Comentarios
"El fino estilista Wenger no cree que el teatro deba ser desterrado de los campos. Engañar al árbitro es un derecho constitucional. Falsear el resultado es un lance del juego."
Esta frase me recuerda a una anécdota de la historia del Palamós CF, en la que en los 50 un presidente del club iba por la calle preguntando a los niños si querían jugar al fútbol y uno le contesta:
- "Yo lo que quiero es hacer teatro."
Y la respuesta fue:
- "Deja eso para cuando juguemos en Primera" (cosa que no ha sucedido todavía, pero tiene gracia, aún hoy en día)
El tramposo de la 'cápsula sangrienta'
El tramposo de la 'cápsula sangrienta'
elmundo.es#1 No es repetida. Aquí usan ese noticia (y otras) para criticar la falta de ética en el deporte. Es un artículo de opinión.