Llegó uno de los días más esperados de la Navidad, el día en el que sus Majestades de Oriente desfilan con todo su sequito repartiendo caramelos a los niños y a los no tan niños, una noche que para muchos pequeños se ve truncada por la inconsciencia de muchos adultos que utilizan sus paraguas como redes para abarcar cuantos más caramelos mejor, dejando a los más pequeños a las sombra de estos sin poder ver a los Reyes Magos y el fantástico espectáculo a la vez que les dejan sin caramelos por sus ansias de rapiñar, aunque a la vuelta de la esqui
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En portada: Pobres de mierda
Pobres de mierda
perdidoeneldesierto.esQue sepas que los Reyes Magos son los padres