Una vez más, la dirigente vasca obró el milagro político de los panes y los peces y multiplicó en los titulares de prensa la cuota de protagonismo que corresponde habitualmente a una sola diputada. Lo malo, dice ahora Mikel Buesa, que acaba de abandonar UPyD desengañado de «autoritarismos y divismos», es que los órganos internos del partido no habían debatido previamente qué posición adoptar sobre la cuestión nuclear, trascendental y sensible.
La cuestión nuclear no es un problema actualmente para UPyD. UPyD ahora mismo no tiene posibilidades reales de gobierno y no creo que deba de entrar de lleno en esa cuestión porque tampoco tiene poder de decisión.
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La cuestión nuclear no es un problema actualmente para UPyD. UPyD ahora mismo no tiene posibilidades reales de gobierno y no creo que deba de entrar de lleno en esa cuestión porque tampoco tiene poder de decisión.
No nos ahoguemos en un vaso de agua.