Hace 13 años | Por and.drea a guerraeterna.com
Publicado hace 13 años por and.drea a guerraeterna.com

Fueron pocos los que no vieron el 9 de abril de 2003 la imagen que parecía definir el final de una guerra, y con él la desaparición de una dictadura cruel. La estatua de Sadam Hussein en la plaza Firdos de Bagdad, una de las muchas que había en el país, se venía abajo entre gritos y aplausos. Las televisiones de medio mundo estaban retransmitiendo en directo esa imagen. El régimen ya era historia. Casi se había disuelto sólo 48 horas después de que las primeras tropas norteamericanas llegaran a las estribaciones de la capital iraquí.

Comentarios

D

Yo vi en directo cómo intentaron tirar esa imagen. Al principio eran iraquíes los que intentaban tirarla. Me dije que era un símbolo de cómo caería el régimen de Saddam Hussein. Pero conforme pasaban los minutos y no lograban tirarla me desesperaba. Al final no fueron capaces y los yankis engancharon un Bradley para tirar de ella. Aún así pasaban los minutos y la estatua no caía. Al final, aburrido de esperar las inútiles maniobras me fui a echar la siesta, malhumorado porque el símbolo del exito de la operación había salido mal. Presentí en aquel momento que la invasión de Irak no iba a ser lo que se nos había vendido. Y tanto. Yo entonces era un proyanki cegado y ahora soy todo lo contrario.