A menudo se considera que cuando las mujeres llegan a espacios de liderazgo en las empresas, organizaciones, política o en la sociedad, en realidad se vuelven más masculinas que los propios hombres. No obstante, el discurso bajo el cual se han analizado estas posturas deviene de una estructura predominantemente androcéntrica.
Comentarios
afortunadamente (y lo digo con y sin dobles sentidos)
Muy buen artículo BrYaNnN ;D