Zeng Jinyan es una mujer menuda, de voz suave y caminar pausado. A primera vista, parece frágil. Pero cuando se sienta, mira a los ojos y deja que su historia fluya a torrentes de su interior, se explica por qué está considerada una de las personas más influyentes de China. O de como la represión China sigue su curso, y muchos miran a otro lado.
Comentarios
Es una verguenza que le dejen celebrar olimpiadas, que no se le aisle en cierta manera...
Muy buen artículo de José Reinoso, felicidades de parte de Iván de www.globalaffairs.es