No sé que me agobia más. Si el terremoto, el tsunami o quienes nos robaron la ilusión que Chile era un país solidario, en el cual ante la adversidad emergía lo mejor de su gente. Así éramos tradicionalmente reconocidos por la opinión pública internacional, capital de cariño que hoy se ha convertido en una generalizada vergüenza nacional, dada la amplia cobertura que los medios de prensa han otorgado a los episodios de vandalismo.