Apenas pueden tardar 10 minutos en llevarse más de 2.000 euros de producto si lo venden al por mayor. Los ladrones de otros botines alimentarios, como algarrobas o naranjas, tendrían que trabajar durante horas para conseguir tal ganancia. Igualmente al aire libre y sin cercos que veten el acceso, el de las ostras es un cultivo más glamuroso y, en esta época de paro, mucho más codiciado que cualquier fruto agrícola.