Publicado hace 13 años por barney_77 a esepuntoazulpalido.blogspot.com

Un buen día de 1879, Joseph-Ferdinand Cheval, un cartero de pueblo de 43 años recogió una piedra del suelo. Fue la primera; un canto rodado que marcaría el resto de su vida con una ilusión, convertida en pasión, y la búsqueda de un sueño. El sueño de la perfección: el Palacio Ideal.