Justo lo contrario que en mi barrio, que hay cada caimana que está para comérsela... y no se dejan.
Debo de reconocer que reí cuando leí el título.
Comentarios
Justo lo contrario que en mi barrio, que hay cada caimana que está para comérsela... y no se dejan.
Debo de reconocer que reí cuando leí el título.