Hace 13 años | Por --208590-- a consumer.es
Publicado hace 13 años por --208590-- a consumer.es

No es recomendable forzar al niño para que se enfrente a ellos de forma directa con la esperanza de que los supere pronto. Miedo a un ruido fuerte, a quedarse solo en la habitación, a la oscuridad, a que mamá se vaya y no vuelva o, incluso, a seres sobrenaturales... En la infancia, estos miedos son muy habituales: los datos disponibles aseguran que entre un 30% y un 50% de los niños sienten algún temor intenso.

Comentarios

New_born

El miedo es dual. Es bueno cuándo nos sirve para evitar peligros, acciones que puedan dañarnos o lastimarnos fisica o mentalmente. Y es malo, cuándo nos impide realizar cualquier actividad que sea normal y que no entrañe ningún peligro.

Yo nunca reprimí ese sentimiento en mi hija. Ella tenía un pánico atroz a las mariposas. Veía una, y se ponía a llorar y gritar como si la estuvieran matando. Con el tiempo ese miedo tan agudizado fué disminuyendo, por lo menos ya no sale corriendo cuando ve una. Sé de padres que hacen enfrentar el miedo a sus hijos, y lo único que consiguen es que lleguen a desarrollar una fobia.