Hace 17 años | Por txalma a txalma.blogspot.com
Publicado hace 17 años por txalma a txalma.blogspot.com

Un adolescente encerrado en su habitación. Tumbado en la cama boca arriba. Escuchando My happy ending de Avril Lavigne una y otra vez. Esperando un abrazo imposible de la Dra. Cameron. Odiando a sus padres, sus profesores y el mundo en general. Los sentimientos de un adolescente probablemente tengan un impacto reducido en la economía de los países. Pero es fundamental conocer los sentimientos de consumidores y empresarios para la toma de decisiones empresariales.

Comentarios

D

Si está escuchando a Avril Lavigne no me da ninguna pena... simplemente es tonto.

c

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