En la imagen que he colgado se puede apreciar como el dueño de una tienda que estaba hasta las narices de que los grafiteros pintasen en su cierre decidió escribir encima del ultimo grafiti. "Soy un grafitero Hijo Puta y maricon, Maricon." Una buena medida para acabar con estos "pintores" de la ciudad.
Comentarios
Habia que cortarles los huevos a todos los grafiteros que ensucian las calles