Es complicado aguantar el vídeo completo, pero si empiezas a verlo poco a poco –con paciencia– o incluso a cámara rápida saltano de vez en cuando verás emerger cierto patrón visual; al cabo de dos o tres minutos la cosa comienza a ponerse emocionante, para terminar de forma sencillamente gloriosa… y de ahí el título. El autor se lleva, obviamente, la corona de puto amo del Tetris, como no podría ser menos.
Comentarios
Holy Shit.