Hace 16 años | Por teleinfo a diariodeamerica.com
Publicado hace 16 años por teleinfo a diariodeamerica.com

Dos jóvenes cubanos, negros, campeones de boxeo, trataron de refugiarse en Brasil tras los recientes Juegos Panamericanos. Tenían el proyecto de trasladarse a Alemania de la mano de unos promotores profesionales con los que secretamente estaban en contacto. Fidel Castro, que es el propietario de estos muchachos, se comunicó con Lula da Silva y le exigió que colaborara con la inmediata devolución de la mercancía. Lula, que entiende la lógica de los negreros, se compadeció del viejo y enfermo dictador y mandó a la policía a realizar su trabajo.

Comentarios

trollinator

Excelente. Pero bueno, bien pensado, ahora se van a ese país repleto de derechos y libertades llamado Cuba, ese magnífico paraíso comunista donde no hay infelicidad ninguna. Así que, ¿qué mas quieren?. Si Lula les ha hecho un favor, hombre...