Una manifestación pacífica se reconvierte a violenta por la inclusión de policías de paisano, meros actores, meros asesinos a sueldo que al terminar el día vuelven con sus familias satisfechos por la labor cumplida, la de meter miedo, la de dar palizas, la de destruir el incordio en el que nos hemos convertido, tan sólo somos un estorbo, ovejas que deben ir a votar...