Hace unos días un joven ingeniero español entró en una jaula metálica de color verde y se quedó inmóvil mirando a un pequeño rectángulo que reflejaba sus ojos. Cuando la máquina reconoció sus iris una puerta le dejó pasar al otro lado. Después se subió a un ascensor presurizado que le llevó a 100 metros bajo tierra.De su cuello colgaban su tarjeta de identificación y un dosímetro para medir la radiación. Al llegar abajo preguntó a los periodistas que le acompañaban: "¿Sabéis por qué el LHC está construido a 100 metros bajo tierra?".
Comentarios
La respuesta en la noticia y es mucho más simple de lo que parece
#1 Una respuesta difícil de creer.
Madre mía, cuánta estupidez hay en el "periodista" que escribió esa crónica...