Un hombre sin nombre ni apellidos, que comía con las manos, que no hablaba y que sólo sabia decir de si mismo -con un amplio, silencioso ademán- que venía de muy lejos, fue considerado durante algunos días como el -hombre lobo- nacional. La noticia de que en el asilo de Villena. Alicante, tenían recogido a un hombre lobo mereció los honores de ser glosada por los medios informativos de más circulación del país.
Comentarios
Ahora entiendo lo de "En los valles me pierdoooo ... en las carreteras duermo ..."