No parece que hablen de una planta. Por el modo cariñoso en que se refieren a ella, da la impresión de que la conversación versa sobre un ser querido que precisa constantes cuidados. «Fíjate, parece que tiene hongos»; «esperemos unos días a ver qué pasa»; «obsérvala bien y, si ves que no mejora, dime algo». Ese ser querido del que hablan Oriol Elies y sus clientes son, en realidad, plantas de marihuana. Elies es el propietario de Autocultiu Grassia, uno de las muchas grow shops que en los últimos años han florecido en Catalunya.
Comentarios
Es que las acabas cogiendo mucho cariño!
#1 Cuanta razón, cualquiera que haya "criado" alguna planta de Maria no puede decir que eso es malo, las llegas a querer como a un hijo