“Me duele España” decía Unamuno cuando se le iba la mano con la fabada, un grito culinario y metafísico que resonó a principios del siglo XX y que, más de cien años después, Artur Mas ha convertido en un práctico y quirúrgico: “Me sobra España”. Los diversos avances médicos en el campo de la cirugía ya permiten que un político español (perdón, catalán) pueda proclamar a gritos que Cataluña lo que necesita es una liposucción, quitarse toda la grasa hispánica de encima como una mujer que entra el quirófano y se saca media tonelada de culo.
Comentarios
Hace poco, en una novela llamada (lo mismo que este blog) Punto de fisión,
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me inventé un grupo nacionalista chulapo que ponía bombas en la Cibeles en nombre del chotis y que defendía la zarzuela como un proyecto de idioma. Casi me sale un documental.
Clavadito...
Y aún hay quien se pregunta porque decimos que no nos entienden...