Estamos cerca de la Friedrichstrasse, nos quedan dos días de visita en Berlín y no mucho dinero. No tenemos planes para hoy. Pasamos por delante de la imponente Konzerthaus de Berlín, ubicada en una de las plazas emblemáticas de la ciudad, la Gendarmenmarkt, y es posible que aún podamos aprovechar el día de una manera diferente: un concierto de 45 minutos, con café incluido, todo cortesía de la Konzerthausorchester (la orquesta de la Konzerthaus) a cinco euros la ración.
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Y si la memoria no me engaña, escuchar un concierto de música de cámara o clásica en el Berliner Dom era marginalmente más caro que pagar por entrar a verla.