Publicado hace 14 años por Matroski a elblogdejackdaniels.blogspot.com

El dilema de llevarte treinta años trabajando para una empresa es que, como el trabajo en sí nunca ha sido un valor para el empresario que te paga, sino más bien un favor que te hace, la vida laboral del empleado se devalúa con la misma facilidad que un automóvil a medida que va transcurriendo el tiempo. La estabilidad laboral estaba llamada a paliar esa degradación que hunde sus raíces en las mentalidades atávicas de los empresarios más avaros, que desprecian la experiencia y el conocimiento de la cultura empresarial...