Hace 11 años | Por gianniperrella a deia.com
Publicado hace 11 años por gianniperrella a deia.com

Cuentan que transcurrían los años de la República, en la España a dos tintas, en blanco y negro, y en Andalucía un jornalero rechazó el dinero que le ofrecía un cacique para obtener su voto en unas elecciones. "En mi hambre mando yo", dicen que dijo aquel desheredado atado al campo, pero sin los grilletes de la obediencia al capital.

Comentarios

dosvga

Asusta el poder de estos mercaderes. Y lo fácil que sería evitarlo, con dos o tres prohibiciones bien colocadas:
- prohibir mercados de futuros,
- prohibir contrataciones bursátiles relacionadas con alimentos,
- prohibir operaciones a corto...

En fin, devolver a la Bolsa su idea original y evitar la especulación.

Por soñar, que no quede.