Su música es arriesgada, vanguardista. Reivindicaba el idioma, pero sin sacralizarlo. Jugaba con el euskara como nadie se ha atrevido. Onomatopeyas, palabras inventadas, rimas sin sentido, acordes imposibles y letras de una musicalidad extrema, en un juego constante de escalas (o una ausencia absoluta de ellas) que sigue sonando actual aunque se grabaran hace cuatro décadas.
Comentarios
Un consejo obvio. Si no lo tienen a mano, bajen algún disco del emule.
¿Pero se puede bajar música con eso del emule?