Hay nuevo papa en la oficina. Se va adaptando al horario, nuevas costumbres de siglos, compromisos ineludibles. Tiene que vivir en un piso normal, fuera de ese Estado. Le someterán a mobbing, acoso laboral. (“Os mando como ovejas en medio de lobos”).Como está todo tan jasco y la vida se puesto imposible, del mobbing ya no se habla. Cuando el horizonte, o la realidad, es la esclavitud (¡con suerte!), hablar de mobbing es un lujo. Por eso existe más que nunca. El mobbing viene consagrado por la legislación.