Hace 12 años | Por Meinster a cuartopoder.es
Publicado hace 12 años por Meinster a cuartopoder.es

Actualmente, nuestros audiovisuales hijos tienen las necesidades de morbo perfectamente cubiertas. El problema está en los límites: el cadáver ensangrentado, torturado y mutilado de un hombre ya no impresiona a nadie. Contemplamos cada día, durante la siesta o cenando, la muerte en directo, en forma de accidente de motociclismo o de ojo por ojo revolucionario.

Comentarios

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Una reflexión cojonuda y tremendamente necesaria.

Yo soy partidiario de que los telediarios sean algo que se pueda ver, y luego haya una edición "especial Gore" a eso de las 23:30 de la noche, por ejemplo.

O vamos a eso, o no se podrá ni encender la Tele.

Curiosamente, cuando se habla de violencia, se tilda a los videojuegos de culpables no pocas veces (donde se mata y mueren muñecos, al fin y al cabo) y nadie dice ni mu cuando vemos a alguien apaleado en público en un telediario.

Los Zooms a los regueros de sangre, son habituales en casos de accidente o reyertas, me parecen vergonzosos en un programa de televisión cuyo objetivo se supone que es informar, no satisfacer los oscuros y morbosos gustos del personal. Necesitamos, como dije, esa edición Gore a una hora determinada para tener al menos el resto de los informativos mínimamente limpios, porque la sangre ya rezuma de los televisores actuales por cualquier excusa.

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La verdad es que a veces los medios se pasan con las imágenes y fotografías que emiten.