Hace 15 años | Por --85940-- a lavozdegalicia.es
Publicado hace 15 años por --85940-- a lavozdegalicia.es

Conocí a Antonio Vega alrededor de 1980 en Pentagrama, cuando él ya tocaba con Nacha Pop. Me lo presentaron como un artista consagrado: para mí era un ídolo, yo tenía solo 17 años, era apenas un poco mayor que nosotros. La muerte de Antonio me ha dejado desolado. Se ha ido un intérprete y un compositor de primer orden. Y es ahora cuando más vamos a añorarle, aunque haya dejado una herencia musical y espiritual que perdurará en todos nosotros. Un puñado de canciones, de joyas, que le han hecho más duradero que lo que duró la Movida.

Comentarios

D

Donde nos llevó la imaginación,
donde con los ojos cerrados
se divisan infinitos campos.
donde se creó la primera luz
junto a la semilla de cielo azul
volveré a ese lugar donde nací.
De sol, espiga y deseo
son sus manos en mi pelo,
de nieve, huracán y abismos,
el sitio de mi recreo.
Viento que a su murmullo parece hablar
mueve el mundo con gracia, la ves bailar
y con él, el escenario de mi hogar.
Mar, bandeja de plata, mar infernal
es su temperamento natural,
poco o nada cuesta ser uno más.
De sol, espeiga y deseo...
Silencio, brisa y cordura
dan aliento a mi locura,
hay nieve, hay fuego, hay deseo,
ahí donde me recreo.

ANTONIO VEGA
(DEP)

Severo

Descance en paz maestro.