Los castigos deberían ser la última medida, aunque no lo son. Se debería trabajar en la prevención y no con dejar sin recreo o la dichosa silla de pensar. Pero entre los profesores y las familias hay de todo y muchos sólo saben trabajar con castigos.
Comentarios
Pero en casi todos se hace la vista gorda y aquí no ha pasado nada, por grave que sea la falta, señora Díaz.