Para que una cesta llegue a sus manos, sus creadores tuvieron que atravesar ríos, surcar la selva, recolectar los materiales y sentarse a elaborar sus piezas.
Sin quitarle valor a lo que hacen estas artesanas indígenas, en toda compraventa hay dos partes. Está el vendedor que quiere sacarle todo lo posible al producto vendiéndolo a los turistas en lugar de a sus vecinos. Y el comprador que quiere que le salga lo más barato posible un cacharro que probablemente no utilice en su vida y se quede cogiendo polvo en un rincón de su casa. El regateo es proceso de ajuste de los dos intereses que llevan el acuerdo a buen puerto.
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Sin quitarle valor a lo que hacen estas artesanas indígenas, en toda compraventa hay dos partes. Está el vendedor que quiere sacarle todo lo posible al producto vendiéndolo a los turistas en lugar de a sus vecinos. Y el comprador que quiere que le salga lo más barato posible un cacharro que probablemente no utilice en su vida y se quede cogiendo polvo en un rincón de su casa. El regateo es proceso de ajuste de los dos intereses que llevan el acuerdo a buen puerto.
Conclusión, regatead siempre.
Y luego un empresario bonachon tuvo que comprarse un Tesla.