Hace 11 años | Por DexterMorgan a eldiario.es
Publicado hace 11 años por DexterMorgan a eldiario.es

Abundando en el reconocimiento de los derechos no podemos olvidar que siendo reconocibles los del nasciturus ello no puede cercenar los derechos de elección de alguien que es plenamente sujeto de derechos y obligaciones: la mujer embarazada. El nasciturus goza de protección constitucional por lo que de potencial vida, esto es, persona tiene. En cambio, la mujer embarazada es titular de derechos fundamentales, tales como vida, intimidad, integridad física y moral. ¿Puede el Estado interferir en decisiones tan personalísimas como la de ser madre?

Comentarios

ailian

Que en pleno siglo XXI aún tengamos estos debates es muy triste. Igual de triste que una secta religiosa anclada a la moral de hace dos milenios aún tenga voz e influencia en la sociedad.

iramosjan

#1 Tienes razón... pero para empezar el concepto de "nasciturus" hubiera hecho llorar a Santo Tomás de Aquino y a los demás grandes intelectuales de la Iglesia (hablo de cuando tenía gente que pensaba, claro). A alguien capaz de mezclar así la potencia y el acto diciendo que las bellotas son robles y las nubes lluvias porque muchas, no todas, llegarán a serlo, y que a los vivos se les debe tratar como si estuvieran muertos, dado que todo ser vivo es un moriturus - y encima esa sí que no falla, hasta Jesús alias Cristo murió según sus historias - lo hubieran echado a patadas de las universidades medievales.