Hace 12 años | Por ARPASHL a blogs.elpais.com
Publicado hace 12 años por ARPASHL a blogs.elpais.com

Se amplian las distancias entre Vladímir Putin y los sectores sociales que rechazan al máximo representante y artífice del régimen. El Kremlin y los espacios públicos donde se expresan los insatisfechos no son mundos paralelos, sino mundos divergentes. Por los canales de comunicación que aún existen aún entre ellos no cruzan mensajeros para dialogar, sino fuerzas antidisturbios para detener y reprimir (en dirección a la calle) y señales y gestos creativos y humorísticos (en dirección al Kremlin).

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