Hace 15 años | Por Rafa2 a pagina12.com.ar
Publicado hace 15 años por Rafa2 a pagina12.com.ar

El rasguido de las cuerdas de una guitarra, el crepitar de un tambor o la suave melodía de un piano producen, en cada uno de nosotros, diferentes sensaciones que seducen, ambientan, trasladan. Es entonces, cuando la musicoterapia –novel disciplina– se encarga de poner todo eso bajo la lupa y contribuir a la rehabilitación y el tratamiento de muchas dolencias.

Comentarios

Rafa2

El año pasado, un científico del Massachusetts Institute of Technology (web.mit.edu) de Boston, EE.UU., presentó un estudio en el que aseguraba que hablar es casi totalmente ineficaz e intrascendente a la hora en que los seres humanos establecen ciertas relaciones. De un experimento suyo resultó que los vendedores y relacionistas públicos más exitosos no compartían habilidades linguísticas, sino pequeños movimientos, tonos e inflexiones de la voz, según lo registraron sensores y micrófonos conectados a osciloscopios y analizadores de espectro. Tal vez el habla no sería más que un ornamento y el Homo musicans haya vivido presa de su propio engaño desde el principio de los tiempos.

D

Esa _j_ipótesis de que los neandertales se comunicaban con tonadillas musicales pero sin palabras, tiene todos los elementos de una estupidez.
No sólo porque los neandertales no son nuestros antepasados.
No sólo porque la tecnología que usaban demuestra que se comunicaban eficazmente.

La música no es algo exclusivo de los humanos. Hay otras especies de monos cantarines. Cómo lo fueron nuestros antepasados.
Las habilidades musicales de los humanos son demasiado elaboradas para ser parte del lenguaje. De ser así, habrían desparecido.