(Entrevista) Cuando Jeff Hoffman reparó, en 1993, el que después se ha convertido en el telescopio más famoso del mundo, la financiación de la Estación Espacial Internacional (ISS) y, con ella, la cooperación entre rusos y norteamericanos, estaba en peligro. El éxito de su misión sirvió de impulso para el gran proyecto orbital, pero Hoffman está convencido de que la cooperación será también necesaria ahora para construir bases lunares y explorar Marte algún día. Relacionada: Europa y la NASA apuntan juntas a la Luna
